El Colegio del Arte Mayor de la Seda fue constituido, como tal, el mes de julio de 1834, por acuerdo de los antiguos gremios de Velers (fundado el 24 de noviembre de 1533), de Velluters (fundado el 22 de noviembre de 1547) y al que se incorporó el de Perxers el año 1929.
Sus orígenes se remontan al 1200, año en que Pedro II de Aragón y Conde de Barcelona, mencionó en una disposición al Gremi de Velers. Pero fue el año 1533 cuando Carlos I promulgó las Ordenanzas de la Cofradía de Tejedores de Velos de Seda, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles, que fueron aprobadas por las Cortes de Monzón el 24 de noviembre de 1533 , y constituyeron un verdadero ordenamiento de la normativa laboral, comercial y de gobierno de los miembros del gremio; original que se conserva, entre otros, en la sede del Colegio.
Estos gremios lograron su plenitud a finales del siglo XVI y principios del XVII, cuando sus prohombres
ocuparon lugares prominentes en la actuación del gobierno de la ciudad.
Por privilegio concedido por Felipe III, el 13 de julio de 1599, los Velers obtuvieron dos puestos de Consejeros en el Consejo de Ciento de la Ciudad.
Con la abolición del régimen gremial, la entidad adquirió el nombre de Colegio del Arte Mayor de la Seda de Barcelona en 1834, siguiendo así con la actividad de promoción y defensa de la actividad textil sedera.
Por el magnífico historial y valiosa colaboración del Colegio en manifestaciones de relevante carácter ciudadano le fue otorgada la Medalla de Oro de la Ciudad de Barcelona en 1964.
En la etapa 1939-1975 el Colegio actuó con gran prudencia para quedar al margen del sindicato vertical y mantener su independencia.
Posteriormente se marcó como objetivo principal, la recuperación progresiva de su función gremial y representativa del sector textil sedero en sus vertientes social y cultural, todo en colaboración de la Federación Textil Sedera, que asumió la función patronal y de representatividad empresarial del sector sedero.
Entre los años 1999 y 2002 se llevó a cabo la actuación denominada Plan Colegio Siglo XXI, que comprendió tres vertientes: una primera dedicada a potenciar la vida institucional de la entidad con encuentros de tipo empresarial, social y cultural; una segunda de rehabilitación de las dependencias del Colegio, todas las salas y salones, mobiliario y carpinterías, tapicerías, pergaminos, exterior del edificio con la limpieza y restauración de las fachadas, los esgrafiados, contraventanas, balcones, la azotea y el vestíbulo, como las más significativas, y una tercera para ordenar, clasificar, informatizar y archivar el valioso fondo documental de la entidad.
A partir de 2002, además de mejorar diversas instalaciones del edificio y renovar parte de la decoración del Colegio, se ha actuado en la biblioteca, hemeroteca y archivo fotográfico y se han seguido potenciando las cenas-coloquio con personalidades del ámbito económico, político y social.
Los nuevos Estatutos, aprobados en 1998 y modificados en 2002, recuperaron para el conjunto de empresas sederas el espíritu abierto y acogedor de los antiguos gremios, dando al mismo tiempo un aire de modernidad, de acuerdo con los nuevos retos de este siglo.
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